Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.
Rayo de metal crispado
fulgentemente caído
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.
Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.
Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a la aldea.
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a la aldea.
Recojo con pestañas
sal del alma y sal de ojo
y flores de teñarañas
de mis tristezas recojo.
¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
Y mi vocación del mar.
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
Y mi vocación del mar.
Miguel Hernández, en Orihuela. 1934.
De: El rayo que no cesa, Miguel Hernández.